sábado, 4 de abril de 2009

Vida de un Pepito Grillo.

Una de las consecuencias principales de ser un Pepito Grillo es que aquellos que te rodean tienden a crearse una imagen erronea de tu personalidad.

Por ejemplo; estoy convencido de que mi jefe considera que soy un pesimista o, al menos, que nunca estoy de acuerdo con sus mejores ideas. Por otra parte, uno de mis compañeros de trabajo me dice que no debería ser tan optimista.

Como se puede ver, en un mismo entorno dos personas llegan a conclusiones bastante opuestas sobre mi. La causa es que uno llega con ideas y planes en los que considera que todo es tal como él desea, mientras que el otro parece pensar que el resto del mundo miente y hace todo en perjuicio de la empresa o en el suyo personal. En ambos casos yo me limito a señalar las incongruencias más obvias de sus razonamientos...

2 comentarios:

  1. Ay, que ardua tarea le espera, don José Grillo!
    El tener que lidiar con ideas propias y ajenas es un trabajo difícil.
    Pero, por supuesto, no dudo de su capacidad.
    Un saludo

    La enana barbuda

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  2. El lógico que dos personas de un mismo entorno lleguen a conclusiones tan opuestas sobre uno, porque en el fondo somos incapaces de conocer a los demás tan profundamente como creemos. De hecho esa es la razón principal por la que hay asesinos en serie.

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