viernes, 10 de abril de 2009

El voyeur III

Hoy sospechaste nada. ¿Como podrías?
Entraste con recelo y te pusiste a mirar en todas las taquillas desocupadas. Por supuesto que no encontraste a nadie.

Más tranquila te reíste de tus propias sospechas y, alegremente, comenzaste a desnudar ese precioso cuerpo que Dios y la gimnasia te dieron. Te sentías tan segura que incluso lo hiciste de forma sensual y provocadora. Dedicado a un público que creías inexistente. Pero yo te observaba, y todavía lo hago.

Es una maravilla esto de las cámaras digitales; caben en cualquier parte y después solo tienes que enchufarlas a un PC para disfrutar de cada instante grabado. Incluso puedes convertir en fotos tus momentos favoritos. Yo he llenado con fotos tuyas las paredes de mi cuarto; acariciandote los pechos mientras pasas la esponja entre las piernas, la sonrisa de placer que tienes mientras te frotas el pelo con ambas manos dejando que el agua resbale por tu cuerpo...

Creo necesito otro pañuelo de papel.



PD: he tenido que convencer a mi madre de que son fotografías de una actriz porno que está de moda y que solo es casualidad el que se parezca a una de mis compañeras de trabajo. Si ella supiese...

1 comentario: