Recupera su posición y, sin hacer caso de los movimientos del joven intentando deshacerse del "cuerpo extraño", comienza a cabalgarlo con renovadas ansias. Cuando considera seguro que su rehen no se desinflará otra vez, desliza una mano entre las piernas de este y le retira el consolador, consiguiendo así detenter los espasmódicos empujones que le rompían el ritmo.
(...)
miércoles, 28 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Vaya no conocía tu blog y confieso que he perdido la noción del tiempo leyendo tus textos!
ResponderEliminarMe verás mas por aquí;)
qué ilusión encontrarte por aquí Pepito! la última vez estabas sobre mi nariz! ;)
ResponderEliminarhttp://petdeloup.blogspot.fr/2013/03/cricket.html
buenos escritos!
interesante tu blog
ResponderEliminarme deja pensando feliz 2015